:Lucia ,Jesus MasanaAngelina: agutierrezmasero@ yahoo.es;Vincent Correcher ;vagarne

24 de julio de 2012

CERRAR LOS OJOS

 
                                     
                             PODEMOS CERRAR LOS OJOS A LAS COSAS QUE NO QUEREMOS VER

                            PERO NO PODEMOS CERRAR EL CORAZÖN A LAS COSAS QUE NO

                            QUEREMOS SENTIR

13 de julio de 2012

AMORES SE VAN MARCHANDO

                                      
                                 

http://www.youtube.com/watch?v=T3FQvsP60cU

12 de julio de 2012

EL PÁJARO DE FUEGO



Igor Stravinsky




El pájaro de fuego

Ilustraciones de Ivan Bilibin
Selección de Marcela Carranza
Traducción de Pepín Cascarón
En cierto reino vivía el zar Berendéi con sus tres hijos: los zaréviches Piotr, Vasili e Iván. Poseía el zar un hermoso jardín con un manzano que daba frutos de oro. El zar cuidaba mucho de este manzano: contaba las manzanas todas las noches y volvía a contarlas todas las mañanas. Y una vez advirtió que durante la noche, alguien había entrado en el jardín, pues faltaba una manzana. Lo mismo comenzó a suceder noche tras noche. El zar puso guardias en el jardín, pero nadie podía descubrir al ladrón.
Triste, el zar dejó de comer y de beber, perdió la tranquilidad y el sueño. Sus hijos le decían para consolarle:
—No te apenes, querido padre, nosotros mismos guardaremos el jardín.
Piotr, el hijo mayor dijo:
—Hoy me toca a mí vigilar el jardín.
Al anochecer fue a cumplir su cometido, pero por más vueltas que dio arriba y abajo, no descubrió a nadie. Entonces se tumbó en la hierba y se quedó dormido. Cuando despertó faltaban varias manzanas de oro.
Temprano en la mañana el zar llamó al zarévich Piotr:
—¿Me traes buenas noticias? ¿Has descubierto al ladrón?
—No, querido padre; en toda la noche no he dormido, no he pegado un ojo, pero no he visto a nadie.
A la noche siguiente fue el zarévich Vasili a guardar el jardín y también se durmió. Por la mañana faltaban más manzanas de oro.
—Hijo mío —le preguntó el zar— ¿has visto al ladrón?
—No, padre. He estado al acecho, no he cerrado los ojos, pero no he visto a nadie.
Le tocó al hermano menor, el zarévich Iván, hacer la guardia en el jardín. Por miedo a quedarse dormido, no se atrevía ni a sentarse. Si sentía sueño se lavaba con el rocío que bañaba la hierba y reanudaba la vigilancia.
A eso de la medianoche, un gran resplandor iluminó el jardín como en pleno día. El zarévich vio que un pájaro de fuego estaba posado en una rama del manzano y picoteaba las manzanas de oro.
Iván se acercó sigiloso al manzano y asió de la cola al ave. Pero el pájaro de fuego se debatió con tanta fuerza que logró escapar, dejando en la mano del zarévich una pluma de su cola.
A la mañana siguiente, el zarévich Iván se presentó ante su padre.
El zar le preguntó:
—Di, querido Iván, ¿has visto al ladrón?
—No lo he atrapado, querido padre, pero sé ya quién comete fechorías en vuestro jardín. Aquí tienes un recuerdo del ladrón. Es el pájaro de fuego.
Tomó el zar la pluma y recobró el apetito y el buen humor. Pero he aquí que una mañana se levantó con el pensamiento puesto en el pájaro de fuego. Llamó a sus hijos y les dijo:
—Queridos hijos ¿por qué no vais a recorrer el mundo hasta encontrar al pájaro de fuego? Si no lo hacéis así, cualquier día volverá por aquí a robarme mis manzanas.
Los hijos se inclinaron ante su padre, ensillaron briosos corceles y se pusieron en camino, cada uno en una dirección.
El zarévich Iván cabalgó mucho tiempo y llegó a una encrucijada. Allí, en un mojón de piedra, estaba escrito:
“Aquel que siga por el camino de en medio, sufrirá frío y hambre; el que coja el de la derecha, saldrá sano y salvo, pero perderá su caballo; y el que vaya por el de la izquierda, será asesinado, pero su caballo vivirá.”
Tras reflexionar un instante, el zarévich Iván tomó por el camino de la derecha. Cabalgó durante tres días y llegó a un bosque grande y sombrío. De pronto, un lobo gris le salió al encuentro. Sin dar tiempo a que el zarévich desenvainara la espada, el lobo degolló a su caballo y despareció en la espesura.
Quedó Iván muy entristecido. ¿A dónde podía ir sin el caballo?
—En fin —se dijo— iré a pie.
Caminó el zarévich Iván hasta que se sintió invadido de un cansancio mortal. Apenas se había dejado caer agotado sobre un tronco, cuando un gran lobo gris surgió del bosque:
—¿Por qué, zarevich Iván, te veo tan triste, tan abatido? —preguntó el lobo.
—¿Cómo no voy a estarlo, lobo gris? Me he quedado sin mi buen caballo.
—Tú fuiste quien escogió este camino. Sin embargo me da pena verte tan cabizbajo. Dime ¿qué te lleva tan lejos? ¿A dónde vas?
—Mi padre, el zar Berendéi, me ha enviado a recorrer el mundo en busca del pájaro de fuego.
—En tu buen caballo no hubieras encontrado el pájaro de fuego en tres años. Sólo yo sé dónde anida y sólo yo puedo ayudarte a atraparlo. En fin, ya que me he comido tu caballo, te serviré fielmente. Monta en mi lomo y sujétate con fuerza.
El zarévich Iván obedeció y el lobo salió disparado, cruzando como una exhalación los bosques y los lagos. Por fin llegaron a una fortaleza de altas murallas. El lobo se detuvo y dijo:
—Escúchame Iván Zarévich, y recuerda bien lo que te digo. Salta la muralla, y no tengas miedo, que toda la guardia está durmiendo. En un palacete verás una ventana en la que hay una jaula de oro con el pájaro de fuego. Toma el pájaro y guárdalo en el seno, pero ten buen cuidado de no tocar la jaula o te sucederá una gran desgracia.
Saltó el zarévich Iván la muralla y vio el palacete en cuya ventana descansaba la jaula de oro con el pájaro de fuego. Tomó el ave y la ocultó en el seno, pero quedó encandilado mirando la jaula. En su corazón se encendió la codicia. “¿Acaso puedo dejar aquí una jaula tan preciosa?”, se dijo. Olvidó el zarévich lo que le había advertido el lobo y tendió la mano hacia la jaula. Pero en cuanto sus dedos la rozaron, sonaron en toda la fortaleza clarines y tambores. La guardia se despertó, apresó al zarévich Iván y lo llevó ante el zar Afrón.
El zar Afrón montó en cólera y preguntó al zarévich Iván:
—¿Quién eres? ¿De dónde has venido? ¿De qué padre eres hijo?
—Me llamo Iván Zarévich, hijo del zar Berendéi. Tu pájaro de fuego acostumbra robar las manzanas de oro del jardín de mi padre. Entonces él me envió a buscarlo y atraparlo.
—¡Qué vergüenza! ¡El hijo de un zar metido a ladrón! Si hubieras venido honradamente y me lo hubieras pedido, te lo habría dado, movido por el aprecio que tengo a tu padre. Aunque, mira, si me prestas un servicio, te perdonaré e incluso te daré el pájaro de fuego. Pero tendrás que cruzar los veintinueve países, hasta llegar al trigésimo, donde reina el zar Kusmán, y traerme su caballo de crines de oro.
Muy triste regresó el zarévich Iván a dónde le estaba esperando el lobo gris. El lobo le reprochó:
—¡No te dije que no tocaras la jaula! ¿Por qué no me hiciste caso?
—Perdóname, por favor! ¡Perdóname lobo gris!
—¡Monta! ¡Enganchado al carro, no te quejes de la carga!
De nuevo corrió el lobo más veloz que el viento llevando encima al zarévich Iván. En poquísimo tiempo llegaron a la fortaleza del zar Kusmán. El lobo se detuvo y dijo:
—Salta el muro, zarévich Iván. La guardia está durmiendo. Ve a la cuadra y saca de allí el caballo, pero ten buen cuidado de no tocar la brida, o volverá a sucederte una gran desgracia.
Saltó el zarévich Iván el muro, aprovechando que la guardia estaba durmiendo, se introdujo en la cuadra y atrapó el caballo de crines de oro; iba ya a partir cuando vio la brida de oro que colgaba de la pared y se dijo: “¿Cómo voy a llevarme el caballo sin la brida?¡Y es tan hermosa!” Pero en cuanto tocó el zarévich la brida, al instante sonaron en la fortaleza clarines y tambores. La guardia se despertó, apresó al zarévich y lo llevó ante el zar Kusmán.
—¿Quién eres? ¿De dónde has venido? ¿De qué padre eres hijo?
Soy el zarévich Iván, hijo del zar Berendéi.
¿Y no se te ha ocurrido nada mejor que robar un caballo? ¡Pero si eso  no lo haría un simple mujik! (1) ¡Si hubieras venido a mi encuentro honradamente, yo, por respeto a tu padre, te hubiera regalado mi caballo! En fin, zarévich Iván, te perdonaré si me prestas un servicio. El zar Dalmat tiene una hija que se llama Elena la Hermosa. Ráptala, tráela aquí y te daré el caballo de crines de oro con su brida.
Más triste todavía que antes regresó el zarévich Iván a donde le estaba esperando el lobo.
—¿No te dije, zarévich Iván —le reprochó el lobo—, que no tocaras la brida? ¿Por qué no me has hecho caso? ¡Yo me desvivo por servirte y tú lo echas todo a perder!
—¡Perdóname, te lo suplico! ¡Perdóname, lobo gris!
—En fin, monta sobre mi lomo.
Y el lobo gris partió veloz como el viento. En poco tiempo llegaron al reino del zar Dalmat. En el jardín de la fortaleza paseaba Elena la Hermosa, acompañada de sus ayas y criadas. El lobo gris dijo:
—Esta vez, zarévich, iré yo mismo a buscar a la princesa. Tú emprende el regreso, que pronto te daré alcance.
Emprendió el zarévich Iván el regreso y el lobo gris saltó el muro y se introdujo en el jardín. Se agazapó al pie de un arbusto y vio que Elena la Hermosa salía al jardín con sus fieles servidoras. Elena estuvo un buen rato paseando y, en cuanto quedó un poco a la zaga de sus ayas y criadas, el lobo la asió de sus ropas, se la echó al lomo y huyó con ella.
Iba el zarévich Iván por el camino y de pronto vio que el lobo, llevando a Elena la Hermosa, le daba alcance. El zarevich Iván se puso muy contento.
—¡Monta sin perdida de tiempo! —gritó el lobo—. ¡Van a perseguirnos!
El lobo corría veloz, cruzando como una exhalación bosques, ríos y lagos. Por fin, llegó con Elena la Hermosa y el zarévich Iván al reino del zar Kusmán. Preguntó el lobo:
—¿Por qué te veo tan triste y abatido, zarévich Iván?
—¿Cómo quieres que no esté triste, lobo gris? ¡Amo a Elena la Hermosa con todo mi corazón! ¿Acaso puedo cambiarla por un caballo?
El lobo gris le respondió:
—No te separaré de tu amada. Voy a transformarme en Elena la Hermosa y tú me entregarás al zar Kusman. Mientras, la princesa te aguardará en este bosque y, cuando tengas el caballo de crines de oro, vendrás a buscarla. Partid enseguida los dos, que yo me reuniré con vosotros un poco más tarde.
Escondieron a Elena en una cabaña que había en medio del bosque. El lobo dio una voltereta y quedó convertido en Elena la Hermosa. El zarévich Iván lo llevó ante el zar Kusmán. El zar se alegró mucho y dio las gracias al zarévich diciéndole:
—Te agradezco mucho, Iván Zarévich, que me hayas traído la novia. Toma el caballo de crines de oro con su brida.
Montó el zarévich Iván a lomo del caballo y fue en busca de Elena la Hermosa. La sentó a la grupa del corcel y se dirigió al reino del zar Afrón.
Mientras, el zar Kusmán se casaba. El festín se prolongó hasta altas horas de la noche. Cuando se hizo la hora de dormir el zar llevó a Elena la Hermosa a su habitación, pero en cuanto se acostó a su lado vio que el lugar de su joven esposa estaba ocupado por un lobo. El zar, espantado, se cayó de la cama, y el lobo huyó.
Dio el lobo gris alcance al zarévich Iván y le dijo:
—¡Súbete a mi lomo! ¡Déjale el caballo a la princesa!
Cuando llegaron al reino del zar Afrón, el lobo preguntó:
—¿Por qué te veo tan pensativo, zarévich Iván?
—¿Cómo quieres que no lo esté? Me da pena separarme de un tesoro como el caballo de crines de oro, me da pena cambiarlo por el pájaro de fuego.
—No te apenes, yo te ayudaré.
Llegaron al reino del zar Afrón, y el lobo dijo:
—Oculta a Elena la Hermosa y al caballo, yo me convertiré en el corcel de crines de oro y tú me llevarás ante el zar Afrón.
Ocultaron a Elena la Hermosa y al caballo en el bosque. El lobo gris dio una voltereta y se convirtió en el caballo de crines de oro. El zarévich lo llevó ante el zar Afrón. Al verlos, el zar se alegró muchísimo, salió a recibirlos y los condujo al palacio. Entregó a Iván el pájaro de fuego en su jaula de oro.
El zarévich Iván regresó al bosque, montó a Elena la Hermosa en el caballo de crines de oro, tomó la preciosa jaula con el pájaro de fuego y se dirigió al reino de su padre.
Entretanto, el zar Afrón quiso probar el caballo y organizó una cacería. En el bosque los cazadores se lanzaron tras las huellas de un zorro. El caballo de crines de oro galopaba veloz y dejó atrás a todos los demás. El caballo se encabritó, el zar saltó de la silla y cayó de cabeza en un cenagal. En lugar de un caballo con las crines de oro, fue un lobo gris el que se dio a la fuga. Cuando levantaron al zar y lo limpiaron, el lobo había desaparecido.
Fue el lobo gris a reunirse con el zarévich Iván y le hizo montar en su lomo. Al llegar al lugar donde se habían encontrado por primera vez, el lobo gris dijo:
¡Aquí degollé a tu caballo, Iván Zarévich, despidámonos, yo no puedo ir más allá!
El zarévich Iván echó pie a tierra, hizo tres profundas reverencias al lobo gris y le dio las gracias con mucho respeto.
El lobo gris le dijo:
—No te despidas de mí para siempre, zarévich, que todavía he de serte útil.
“¿Cómo vas a serme útil, si ya se han cumplido todos mis deseos?”, pensó el zarévich Iván. Luego, montó a lomos del caballo de crines de oro y prosiguió su camino con Elena la Hermosa y el pájaro de fuego.
Poco antes de llegar a los dominios del zar Berendéi al zarévich se le ocurrió descansar un rato. Llevaban consigo un poco de pan, lo comieron, bebieron agua de un manantial, se echaron sobre la hierba y enseguida se durmieron.
En cuanto el zarévich Iván se quedó dormido, llegaron al paraje aquel sus hermanos mayores. Los zaréviches Piotr y Vasili regresaban al palacio de su padre con las manos vacías. Al ver que su hermano menor, Iván, lo había conseguido todo, enloquecieron de envidia.
—Matemos a Iván y todo será nuestro —dijeron.
Y he aquí que desenvainaron sus espadas y cortaron la cabeza al zarévich Iván. Elena la Hermosa se despertó. La princesa se asustó mucho al ver muerto al zarévich Iván y rompió a llorar amargamente.
Piotr Zarévich apoyó la punta de su espada sobre el corazón de Elena la Hermosa y le dijo:
—¡No se te ocurra decir una palabra! Ahora te conduciremos a presencia del zar, nuestro padre, y le dirás que hemos sido nosotros quienes te hemos conquistado. A ti, al caballo de crines de oro y al pájaro de fuego. Si no prometes hacerlo así, te mato ahora mismo.
Elena la Hermosa tuvo miedo de morir y juró todo lo que le pidieron.
Los hermanos echaron entonces a suertes para decidir quién se quedaría con la hermosa princesa y quién se quedaría con el caballo de las crines de oro. El resultado fue que la princesa sería para Piotr Zarévich y el caballo de las crines de oro para Vasili Zarévich. Y, llevando consigo el pájaro de fuego, se pusieron en camino rumbo al palacio de su padre, el zar Berendéi.
El zarévich Iván yacía muerto en el valle y los cuervos revoloteaban sobre su cuerpo. Entonces salió del bosque el lobo gris y apresó a un cuervo y a su corvato.
—Vuela, cuervo, en busca de agua de la vida y agua de la muerte. Si las traes, soltaré a tu corvato.
Viendo que no tenía otra salida, el cuervo levantó el vuelo y el lobo quedó sujetando al corvato. No se sabe si fue mucho o poco el tiempo que estuvo volando el cuervo. Lo que sí se sabe es que trajo el agua de la vida y el agua de la muerte. El lobo cogió al pequeño cuervo y lo partió en dos. Después unió las dos mitades y las roció con el agua de la muerte, y las dos mitades se unieron. El lobo las roció con el agua de la vida, y el pájaro graznó y alzó el vuelo.
El lobo gris colocó la cabeza de Iván Zarévich sobre su cuello y la roció con el agua de la muerte. El cuerpo se soldó de inmediato. Lo roció con agua de la vida, e Iván Zarévich bostezó, se despertó y dijo:
—¡Cuan profundamente dormía!
—Tan profundamente —le dijo el lobo gris— que de no ser por mí no te hubieras despertado nunca. Tus hermanos te mataron y se llevaron a Elena la Hermosa, al caballo de crines de oro y al pájaro de fuego. Monta en mí sin pérdida de tiempo.
El zarévich Iván montó a lomos del lobo gris, y se dirigieron a toda velocidad  hacia el reino del zar Berendéi hasta llegar a la ciudad principal.
El zarévich Iván se apeó del lobo gris, despidiéndose de él para siempre. Cuando llegó al palacio, se encontró con que su hermano mayor, Piotr Zarévich, se había casado con Elena la Hermosa y, después de la ceremonia, presidía el banquete de esponsales.
Iván Zarévich entró en la sala, Elena la Hermosa corrió a él en cuanto lo vio y dijo:
—Mi prometido es éste, el zarévich Iván, y no ese malvado que está sentado a la mesa.
Al descubrir la verdad, el zar Berendéi montó en terrible cólera e hizo encerrar a los zaréviches Piotr y Vasili en una mazmorra.
El zarévich Iván se casó con Elena la Hermosa y vivieron muchos años felices, tan unidos que no podían pasar ni un minuto el uno sin el otro.


Nota
(1) El término mujik era empleado para referirse a los campesinos rusos, generalmente antes del año 1917. Antes de que en 1861 se realizaran reformas agrícolas en Rusia, los mujiks eran siervos. Después de dichas reformas, a los siervos se les otorgaron parcelas para trabajar la tierra, y se convirtieron en campesinos libres. Estos campesinos fueron conocidos como mujiks hasta 1917, cuando se produce la revolución soviética. El mujik es generalmente descrito en la literatura rusa como un ser pobre e ignorante. En ocasiones se lo presenta como un alguien perverso y corrupto. Fuente de la información: Wikipedia. La enciclopedia libre.


El pájaro de fuego. Cuento tradicional ruso. Voz: Diego Ruggeri, el Juglar 

                               VÍDEO


 



En 1909 Sergei Diaghilev, director de los Ballets Rusos, le solicitó al músico ruso Igor Stravinsky la primera obra por encargo de su carrera.
Hoy forma parte del gran clásico repertorio ruso. Relato coreográfico en dos partes y siete cuadros.
 
En 1909 Sergei Diaghilev, director de los Ballets Rusos, le solicitó al músico ruso Igor Stravinsky la primera obra por encargo de su carrera: la música para un ballet cuyo tema sería un cuento popular basado en una leyenda folklórica rusa conocido como "El Pájaro de Fuego". El estreno de la obra, como parte de la puesta en escena de Diaghilev, tuvo lugar el 25 de mayo de 1910 en la Ópera de París, con coreografia de Michel Fokin, y resultó un éxito que marcó la presentación de Stravinsky en sociedad. Hoy forma parte del gran clásico repertorio ruso.  .                                                                         






tttp://www.sepiensa.org.mx/sepiensa2009/docentes/dominio_contenido/arte/musica_del_mundo/l_pajpajaro de fuego



 
Relato coreográfico en dos partes y siete cuadros.


                                                                      
ARGUMENTO:



A la caza del pájaro de fuego, el príncipe Iván aguarda por la noche cerca del árbol de manzanas de oro. La hermosa ave aparece y revolotea cerca del árbol mientras el príncipe espera y acecha. Finalmente, Iván atrapa al pájaro de fuego, que le pide clemencia. El príncipe se conmueve, le concede la libertad y la criatura mítica le regala una pluma mágica.
Las trece princesas encantadas llegan al árbol de manzanas de oro sin ver a Iván, quien pasa inadvertido contemplando su hermosura. Las princesas juegan con los frutos de oro mientras el príncipe se enamora de una de ellas. Iván sale de su escondite ante la sorpresa de las princesas y le pide a su elegida que se acerque, tras lo que se inicia una danza de enamorados. De pronto las princesas se agitan, se despiden y se van precipitadamente, pues está a punto de amanecer. Iván permanece solo y lo encuentran los monstruos guardianes de Kaschei, quienes lo capturan. Llega el malvado semidiós y condena a muerte al príncipe Iván, a pesar de las súplicas de las princesas.recuerda la pluma mágica que tiene en su poder, la saca y el pájaro de fuego aparece. El mítico ser volador encanta a los guardianes de Kaschei y los envuelve en una danza infernal que termina por derrotarlos. El pájaro canta una canción de cuna con la que todos menos Iván son vencidos por el sueño, incluyendo a Kaschei, quien despierta después de un momento. El pájaro de fuego le entrega al príncipe el cofre de acero que contiene el huevo con el alma del malvado semidiós. El príncipe toma el huevo y lo destruye, con lo que acaba con la vida de Kaschei.Los hechizos de Kaschei desaparecen: los doce caballeros petrificados regresan a la vida y las trece doncellas quedan libres del maleficio. Amanece, la alegría los invade a todos y, por fin, Iván y su princesa pueden ser felices.


BALLET COMPLETO :PÁJARO DE FUEGO










BIOGRAFÍA   DE   IGOR  STRAVINSKY

(Oranienbaum, Rusia, 1882 - Nueva York, 1971) Compositor ruso nacionalizado francés y, posteriormente, estadounidense. Una de las fechas clave que señalan el nacimiento de la llamada música contemporánea es el 29 de mayo de 1913, día en que se estrenó el ballet de Stravinsky La consagración de la primavera. Su armonía politonal, sus ritmos abruptos y dislocados y su agresiva orquestación provocaron en el público uno de los mayores escándalos de la historia del arte de los sonidos.
Autor de otros dos ballets que habían causado sensación, El pájaro de fuego (la obra que lo dio a conocer internacionalmente en 1910) y Petrushka, el citado día de 1913 Stravinsky se confirmó como el jefe de filas de la nueva escuela musical. Sin embargo, él nunca se consideró un revolucionario; de manera similar a Picasso en el campo de las artes plásticas, el compositor se caracterizó siempre por transitar de un estilo a otro con absoluta facilidad, sin perder por ello su propia personalidad. El ruso, el neoclásico y el dodecafónico son, a grandes rasgos, los tres períodos en los que puede dividirse la carrera compositiva de este maestro, uno de los referentes incuestionables de la música del siglo XX. 



                                 


Alumno de Nikolai Rimski-Korsakov en San Petersburgo, la oportunidad de darse a conocer se la brindó el empresario Sergei Diaghilev, quien le encargó una partitura para ser estrenada por su compañía, los Ballets Rusos, en su temporada parisiense. El resultado fue El pájaro de fuego, obra en la que se advierte una profunda influencia de su maestro en su concepción general, pese a lo cual apunta ya algunos de los rasgos que definirán el estilo posterior de Stravinsky, como su agudo sentido del ritmo y el color instrumental.
Su rápida evolución culminó en la citada Consagración de la primavera y en otra partitura destinada al ballet, Las bodas, instrumentada para la original combinación de cuatro pianos y percusión, con participación vocal. En estas obras el músico llevó al límite la herencia de la escuela nacionalista rusa hasta prácticamente agotarla.
Su estilo experimentó entonces un giro que desconcertó a sus propios seguidores: en lugar de seguir el camino abierto por estas obras, en 1920 dio a conocer un nuevo ballet, Pulcinella, recreación, a primera vista respetuosa, de la música barroca a partir de composiciones de Giovanni Battista Pergolesi.
Comenzaba así la etapa neoclásica, caracterizada por la revisitación de los lenguajes del pasado, con homenajes a sus compositores más admirados, como BACH (Concierto en re),  TCHAIKOVSKY (El beso del hada), HAENDEL (Oedipus rex),  HAYDN (Sinfonía en do) o   MOZART(La carrera del libertino) y obras tan importantes como el Octeto para instrumentos de viento, la Sinfonía de los salmos o el ballet Apollon Musagète.
En ellas Stravinsky abandonó las armonías disonantes y la brillante orquestación de sus anteriores composiciones para adoptar un estilo más severo y objetivo –el neoclasicismo, de hecho, nació como una oposición al arrebatado subjetivismo del Romanticismo y el expresionismo germánicos–, estilo, sin embargo, que no excluía cierto sentido del humor en su aproximación al pasado.
Con la Sinfonía en tres movimientos y la ópera La carrera del libertino concluye esta etapa, tras la cual Stravinsky volvió a sorprender al adoptar el método dodecafónico sistematizado por su colega y rival Arnold Schönberg, aunque eso sí, a la muerte de éste. De nuevo un ballet, Agon, señaló la apertura de este nuevo período, en el que sobresalen títulos como Canticum sacrum, Threni, Monumentum pro Gesualdo y Requiem Canticles, ninguno de los cuales ha obtenido el nivel de aceptación de las obras de las dos épocas precedentes. Fallecido en Estados Unidos, sus restos mortales fueron inhumados en Venecia.

8 de julio de 2012

ESTÁ LINDA LA MAR Y EL VIENTO (RUBÉN DARÍO )




                                                              RUBÉN DARÍO

Margarita Debayle Sacasa de Pallais (nació el 4 de Jullio de 1900 en León (Nicaragüa) - murió el  19 de Diciembre de 1983 en Lima (Perú) . Conocida mundialmente por ser la famosa musa del poeta Rubén DARÍO en su poema A Margarita Debayle.
Margarita Debayle era la hija del Louis Henri Debayle, apodado “El Sabio Debayle”, un reconocidísimo médico que además fue el doctor de cabecera de Rubén Darío. Se dice que fue en la casa de verano de la familia Debayle Sacasa, en la paradisiaca isla del Cardón, en Corinto, donde justamente conoció a la niña Margarita, quien le pidió que le escribiera un cuento en versos. Así nació este poema, fechado el  20 de marzo de 1908.



http://www.bacanalnica.com/blog/otras-noticias/item/13766-ruben-dario-a-margarita-debayle-maravillosamente-animado


                                                    
RUBEN DARÏO a MARGARITA DEBAYLE


Margarita está linda la mar
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».

Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.




                   

7 de julio de 2012

OCHO RIMAS DE BÉCQUER



                                    

                                    http://www.tinglado.net/tic/manuel/rimas/rimas.html

EL ÁLAMO BLANCO


 
Arriba canta el pájaro y abajo canta el agua.
(Arriba y abajo, se me abre el alma.)

Entre dos melodías la columna de plata.
Hoja, pájaro, estrella; baja flor, raíz, agua.
Entre dos conmociones la columna de plata.
(Y tú, tronco ideal, entre mi alma y mi alma.)

Mece a la estrella el trino, la onda a la flor baja.
(Abajo y arriba, me tiembla el alma.)
(Juan Ramón Jiménez)


3 de julio de 2012

MOMENTO DE REFLEXIÓN



A TRAVÉS DEL TIEMPO;LA VIDA NOS VA ENSEÑANDO

QUE NO TODO LO QUE SUFRIMOS HA SIDO TIEMPO PERDIDO

SE CONVIERTE EN APRENDIZAJE :

LA PRÓXIMA VEZ QUE CAMINES,MIRARÁS POR DÓNDE NO DEBES DAR TUS PASOS ,

DESPUES DE LA TEMPESTAD VIENE LA CALMA


TUS PENSAMIENTOS CREAN TU VIDA,SÓLO BASTA QUE QUIERAS ALGO

PARA QUE CON TU MENTE ,LO PUEDAS CREAR

LA VIDA ES UN CONSTANTE FLUIR DE ENRGÍAS

DEBES ENTREGARTE AL MOMENTO Y DISFRUTAR SIN CUESTIONARLO

DEJANDO DE JUZGAR NADA DE LO QUE OCURRE A TU ALREDEDOR

TAN SÓLO CONVIÉRTETE EN EXPECTADOR ,VIVE.


LO QUE NECESITAS SABER ,ESTÁ DENTRO DE TÍ MISMO,

CUANDO ACALLES TU MENTE,TE ENCONTRARÁS.

SERÁ UN MOMENTO MÁGICO

EL SILENCIO ES LA PAZ QUE NECESITAS

LLEVAS UN UNIVERSO DENTRO,SIN SABERLO,

SILENCIOSO,, A LA ESPERA DE QUE LO DEJES MANIFESTAR.

NO BUSQUES FUERA , LO QUE LLEVAS DENTRO DE TÍ   !!