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21 de diciembre de 2013
9 de diciembre de 2013
INMACULADA de MURILLO
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INMACULADA DE MURILLO EN EL ESCORIAL
Bartolomé Esteban Murillo. Biografía y obra
Introducción a la vida y obra del pintor Bartolomé Estaban Murillo (1617-1682)
Formando parte del foco sevillano de finales del Barroco del s.XVII, coexisten dos personalidades pictóricas fortísimas y enfrentadas: Valdés Leal y Bartolomé Esteban Murillo, este último retratista de lo cotidiano pero muy alejado ya del cruento hiperrealismo extremo, tan del gusto de ciertos autores, y punto y final del capítulo del naturalismo tenebrista, que heredará pero no mantendrá.
Conocido como pintor de redondeces y dulzuras, si a una imagen se asocia el nombre de Murillo es a la de sus vírgenes, siempre puras y delicadas, sencillas en la comprensión y exquisitas, envueltas por una gracia que hoy día quizá para algunos gustos pueda pecar de sentimental en exceso.
Su estilo se divide para un mejor análisis en tres fases o periodos (denominados por Ceán Bermúdez): el estilo frío (hasta 1652), el cálido (1652-1656), y el vaporoso (aproximadamente de 1667 a 1682).
Biografía de Murillo
Bartolomé Esteban Murillo nace en Sevilla en 1617, en el seno de una familia compuesta por numerosos hermanos que pronto quedarán sin padres (en un espacio muy breve de tiempo morirá el padre seguido de la madre). De esta manera, Esteban será criado por una hermana y su marido, con el cual mantendrá hasta el final cordiales relaciones.
Será en esta ciudad también donde comience a desarrollar su profesión de pintor, primero realizando obras de temática religiosa para exportar a América y, tras un supuesto "paseo" por Madrid conociendo de la mano de Velázquez las colecciones del Escorial y el Alcázar, asentándose y recogiendo laureles hasta su muerte en 1682.
Al igual que sucede en tantos otros casos se desconoce cuándo exactamente debió comenzar el aprendizaje del joven Esteban, aunque se cree que se inició alrededor de 1633 al lado del maestro pintor Juan del Castillo, en cuyo taller habría permanecido hasta la fecha de la marcha de éste a otras capitales andaluzas unos cinco años después.
Una vez aprendida la base del oficio, la siguiente influencia en la vida pictórica de Murillo vendrá determinada por Pedro Moya, quien, de paso por Sevilla en 1642, y después de estar en Londres, le hará partícipe de lo que en esta ciudad se estaba llevando a cabo (habría conocido a Van Dyck poco antes de su muerte), suscitando en Murillo por medio de copias e impresiones comentadas el deseo de partir de viaje para visionar este tipo de arte también. No irá tan lejos sin embargo, llegando hasta Madrid (según la teoría de Céan Bermúdez) para regresar poco después a su ciudad de origen.
Lo cierto es que hasta la fecha de febrero de 1644, en que es seguro que se encuentra en Sevilla, los pasos de Murillo han sufrido más de un seguimiento arropados por conjeturas (al parecer, de joven, tuvo la intención de emigrar al Nuevo Continente, viaje finalmente fallido, al igual que uno planeado a Italia durante su residencia madrileña, la cual también ha generado hipótesis de veracidad). Sí es seguro que en el año ya citado se halla de nuevo en su ciudad natal porque existe constancia de que es admitido en la Cofradía del Rosario de la Iglesia de la Magdalena.
Así, poco después, se encuentra totalmente establecido, con taller propio, recibiendo encargos de importancia cuya buena resolución contribuirá al aumento de su fama, como la serie para un claustro del Convento de San Francisco en Sevilla (1645), y a punto de formar una familia (diezmada más tarde por la peste del 49). Para la iglesia de los Franciscanos también va a realizar unos años más tarde (1650) una famosísima Inmaculada Concepción, que preludia en esbozo el tipo de virgen a desarrollar en años posteriores (comienza ahora una serie con este tema, que continuará hasta casi su muerte). De esta fecha es también su archiconocida Sagrada Familia del pajarito.
R
3 de diciembre de 2013
GISELLE ( BALLET COMPLETO )
Giselle, ballet completo en dos actos
I ACTO
El primer acto se desarrolla en la ciudad de Turingia durante la época de la vendimia. Allí Giselle, jóven e inocente campesina, se deslumbra y enamora de Albrecht a quien supone un aldeano, pero en realidad es un jóven noble que se ha disfrazado de campesino para obtener su amor. Albretch también se enamora de Giselle.
Hilarión, el guardabosques del lugar está también enamorado de Giselle, pero ella lo rechaza y le confiesa que su corazón pertenece a Albretcht. Hilarión jura tomar venganza.
Durante la fiesta de la Vendimia Giselle baila a pesar de las recomendaciones de su madre, que teme por su delicada salud. Llega en ese momento un séquito del Duque de Courland con su hija Bathilde, prometida oficial de Albretcht.
Bathilde, atraída por la inocencia y belleza de Giselle, le obsequia un collar.
En ese momento, Hilarión que ha descubierto escondida entre la maleza la espada de Albretcht, se da cuenta que éste no es un campesino, y aprovechando la presencia del Duque y de su hija lo desenmascara ante todos.
Giselle desesperada, pierde completamente la razón.
En su agonía busca alivio en una danza trágica, durante la cual intenta herirse con la espada de Albretcht. Su corazón no puede resistir el dolor que la invade y cae muerta ante la consternación de los presentes.
II ACTO
En un bosque de la laguna, se encuentra la tumba de Giselle. A medianoche las willis (espíritus de las novias abandonadas por sus prometidos) comienzan a bailar, y Myrtha, su Reina, admite a Giselle en su mundo fantasmal.
Albretcht visita la tumba de Giselle e implora perdón por el engaño. La doncella se conmueve ante su dolor, pero la inflexible Reina de las willis ordena a Giselle atraerlo a una danza que acabará con su vida.
Giselle trata de salvar a Albretcht y le indica que se abrace a la cruz de su tumba para destruir el sortilegio. El baile envuelve a los enamorados y el joven es arrastrado por la fatal locura de la danza de las willis.
Amanece. Las willis desaparecen y con ellas Giselle retorna a su tumba, Albretcht trata de retenerla, pero cae exhausto, sin conseguirlo.
El primer acto se desarrolla en la ciudad de Turingia durante la época de la vendimia. Allí Giselle, jóven e inocente campesina, se deslumbra y enamora de Albrecht a quien supone un aldeano, pero en realidad es un jóven noble que se ha disfrazado de campesino para obtener su amor. Albretch también se enamora de Giselle.
Hilarión, el guardabosques del lugar está también enamorado de Giselle, pero ella lo rechaza y le confiesa que su corazón pertenece a Albretcht. Hilarión jura tomar venganza.
Durante la fiesta de la Vendimia Giselle baila a pesar de las recomendaciones de su madre, que teme por su delicada salud. Llega en ese momento un séquito del Duque de Courland con su hija Bathilde, prometida oficial de Albretcht.
Bathilde, atraída por la inocencia y belleza de Giselle, le obsequia un collar.
En ese momento, Hilarión que ha descubierto escondida entre la maleza la espada de Albretcht, se da cuenta que éste no es un campesino, y aprovechando la presencia del Duque y de su hija lo desenmascara ante todos.
Giselle desesperada, pierde completamente la razón.
En su agonía busca alivio en una danza trágica, durante la cual intenta herirse con la espada de Albretcht. Su corazón no puede resistir el dolor que la invade y cae muerta ante la consternación de los presentes.
II ACTO
En un bosque de la laguna, se encuentra la tumba de Giselle. A medianoche las willis (espíritus de las novias abandonadas por sus prometidos) comienzan a bailar, y Myrtha, su Reina, admite a Giselle en su mundo fantasmal.
Albretcht visita la tumba de Giselle e implora perdón por el engaño. La doncella se conmueve ante su dolor, pero la inflexible Reina de las willis ordena a Giselle atraerlo a una danza que acabará con su vida.
Giselle trata de salvar a Albretcht y le indica que se abrace a la cruz de su tumba para destruir el sortilegio. El baile envuelve a los enamorados y el joven es arrastrado por la fatal locura de la danza de las willis.
Amanece. Las willis desaparecen y con ellas Giselle retorna a su tumba, Albretcht trata de retenerla, pero cae exhausto, sin conseguirlo.
Ficha técnico artística
Publicado por
Angelina
en
martes, diciembre 03, 2013
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Etiquetas:
EN DOS ACTOS
2 de diciembre de 2013
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