El
Miércoles de Ceniza señala para los católicos el
inicio de los 40 días de preparación para vivir
religiosamente la Semana Santa, los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. En el
Misal Romano se explica que en la Misa se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza hecha
de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la
Iglesia primitiva. Las personas se colocaban la
ceniza en la cabeza y con un “hábito penitencial” recibían el Sacramento el Jueves Santo. La
Cuaresma adquirió este sentido casi 400 años D.C. A partir del siglo XI la Iglesia en Roma lo
institucionaliza.
La ceniza es un símbolo. En el documento de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos, artículo 125 del "Directorio sobre la piedad popular y la liturgia" dice: “El
comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo
de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los
que los
pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza
tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la
misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como
signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario
cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el
significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación
pascual”.
Quiénes, cuándo y cómo se celebra el Miércoles de ceniza
La palabra ceniza, que proviene del latín "cinis", representa simbólicamente la muerte, la
caducidad,
y también humildad y penitencia.
Para la ceremonia del Miércoles de Ceniza se deben queman los restos de las
palmas bendecidas el
Domingo de Ramos del año anterior. Después son rociadas con agua bendita y aromatizadas con
incienso. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el
ministro dice las palabras bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o
«Conviértete y cree en el Evangelio».
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía. Luego, quien recibe las cenizas, es
costumbre que se retire en silencio a meditar. Cuando
no hay sacerdote la imposición de cenizas
puede realizarse sin misa, de forma extraordinaria. Aunque recomiendan que sea acompañado con
una liturgia de la palabra. Previamente la bendición de las cenizas, como todo sacramental, solo
puede realizarla un sacerdote o diácono.
Puede recibirlas cualquier persona, inclusive no católica.
Como especifica el Catecismo (1670 y siguientes) los sacramentales no confieren la gracia del
Espíritu Santo como sí lo hacen los sacramentos.
ES MUY FÁCIL RECORDAR:
E MIÉRCOLES DE CENIZA Y EL VIERNES SANTO "AYUNO Y ABSTINENCIA
LOS DEMÁS VIERNES DE CUARESMA,SÓLO ABSTINENCIA