:Lucia ,Jesus MasanaAngelina: agutierrezmasero@ yahoo.es;Vincent Correcher ;vagarne

9 de noviembre de 2021

JUAN PABLO II

· Hace 75 años, en la solemnidad de Todos los Santos en 1946, Karol Wojyla -San Juan Pablo II- fue ordenado sacerdote en Cracovia, Polonia. Tenía 26 años. Fue una ceremonia muy íntima, lejos de las multitudinarias celebraciones que presidió como Papa. "Mi ordenación tuvo lugar en un día insólito para este tipo de celebraciones: fue el 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, cuando la liturgia de la Iglesia se dedica totalmente a celebrar el misterio de la comunión de los Santos y se prepara a conmemorar a los fieles difuntos. El Arzobispo eligió ese día porque yo debía partir hacia Roma para proseguir los estudios. Fui ordenado sólo, en la capilla privada de los Arzobispos de Cracovia", recordó en Don y Misterio, sus memorias publicadas en 1996 cuando se cumplieron 50 años de su ordenación.
Noticias »El Mundo 7 de noviembre de 2021 - 5:37 PM ¿Cómo influyó San Juan Pablo II en la caída del Muro de Berlín? ( POR DAVID RAMOS | ACI Prensa ) EL MURO DE BERLÍN : Departamento de Defensa de Estados Unidos - Dominio público / Retrato oficial de San Juan Pablo II Al celebrarse el 9 de noviembre 32 años de la caída del Muro de Berlín, es importante recordar el papel clave que cumplió el Papa San Juan Pablo II en el fin de los regímenes totalitarios comunistas que existían en Europa del Este. “La verdad es que el 50% de la caída del muro pertenece a Juan Pablo II, el 30% a Solidaridad y Lech Walesa y solo el 20% al resto del mundo. Esa era la verdad entonces y es la verdad ahora”, decía Walesa en 2009. Walesa, líder político polaco y cofundador del partido Solidaridad, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1983 por sus esfuerzos de llevar la democracia y acabar con la tiranía comunista en su natal Polonia. La construcción del Muro de Berlín comenzó en 1961, pero los problemas se remontan a finales de la Segunda Guerra Mundial. Derrotado el régimen nazi, los aliados se repartieron el control de Alemania y su capital Berlín. La parte oriental quedó en manos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y el occidente bajo el control de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. El muro fue construido por el régimen soviético para evitar el escape desde el territorio que controlaban hacia el lado occidental. La estructura se convirtió en un símbolo de la llamada “Cortina de hierro” entre los países occidentales, y la URSS y sus países satélite. Un punto clave de la caída del régimen soviético llegó cuando San Juan Pablo II fue elegido Papa en octubre de 1978. Para Walesa, antes del pontificado de San Juan Pablo II “el mundo estaba dividido en dos bloques” y “nadie sabía cómo deshacerse del comunismo”. “En Varsovia (Polonia), en 1979, él (San Juan Pablo II) simplemente dijo: ‘No tengan miedo’, y luego rezó: ‘Que tu Espíritu descienda y cambie la imagen de la tierra… de esta tierra’”. El movimiento Solidaridad, bajo el liderazgo de Walesa y con la inspiración del Papa, llegó a aglomerar a más de un tercio de los trabajadores de Polonia y tuvo un papel clave en el fin del comunismo en ese país y luego en la URSS. En un comentario póstumo por la muerte del Papa polaco en 2005, el historiador británico Timothy Garton Ash, un agnóstico liberal, indicó que si bien “nadie puede probar de forma concluyente que él (San Juan Pablo II) fuera la principal causa del fin del comunismo”, “las figuras más importantes en todos los bandos”, entre ellos el fallecido expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, “están de acuerdo en que lo fue”. “Sin el Papa polaco, no hubiera habido la revolución de Solidaridad en Polonia en 1980; sin Solidaridad, no se habría producido ningún cambio dramático en la política soviética hacia Europa oriental bajo (Mijaíl) Gorbachov; sin ese cambio, no hubiera habido revolución de terciopelo en 1989”, en Checoslovaquia. El 9 de noviembre de 1989, luego de que las autoridades soviéticas permitieran el paso del este al oeste de Berlín, comenzó la demolición del muro. En 1991 Mijaíl Gorbachov disolvió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Un fragmento del Muro de Berlín se conserva en el Santuario de Fátima como agradecimiento a la Virgen María por guiar “con cariño maternal 11 de mayo de 2021 - 6:30 PM San Juan Pablo II y la Virgen de Fátima: Una historia que unió el cielo y la tierra (Redacción ACI Prensa) El 13 de mayo de 1981 San Juan Pablo II recorría la Plaza de San Pedro en el papamóvil, saludando y bendiciendo a los fieles. De pronto, entre la multitud, el turco Alí Agca sacó un arma y disparó contra el Santo Padre que cayó gravemente herido. Este atentado no acabó con la vida del Papa peregrino Cuando San Juan Pablo II se recuperaba en el Hospital Gemelli pidió toda la documentación disponible sobre la Virgen de Fátima. Luego se pondría a trabajar para cumplir el segundo secreto confiado por la Madre de Dios en sus apariciones: consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón. Una imagen de Nuestra Señora de Fátima le fue llevada al Papa en Castel Gandolfo y San Juan Pablo II pidió que se construyera en la frontera entre Polonia y Rusia una pequeña iglesia, donde fue colocada la imagen mirando hacia Rusia. Un año después del atentado, el 13 de mayo de 1982, Juan Pablo II viajó por primera vez a Fátima para "agradecer a la Virgen su intervención por la salvación de mi vida y el restablecimiento de mi salud". En 1983, Juan Pablo II formalizó su devoción y agradecimiento a la Virgen donando al Santuario de Fátima la bala que le extrajeron y que está engarzada en la aureola de la corona de la imagen de la Virgen. El 8 de diciembre de 1983 San Juan Pablo II envió una carta a los obispos del mundo, incluyendo a los ortodoxos, expresando su intención de consagrar Rusia al Corazón de María. En el texto les propuso una oración especial para que ellos hicieran lo mismo en sus diócesis. Días después, el Papa visitó en la cárcel a Alí Agca, quien le preguntó al Papa: "¿Por qué no murió? Yo sé que apunté el arma como debía y sé que la bala era devastadora y mortal. ¿Por qué entonces no murió? ¿Por qué todos hablan de Fátima?" En ese encuentro el Pontífice perdonó a su agresor. El 25 de marzo de 1984, Fiesta de la Anunciación, el Pontífice consagró todos los hombres y pueblos, incluida Rusia, a María Santísima.