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10 de marzo de 2021

EL RELICARIO ( SARA MONTIEL )

EL ÚLTIMO CUPLÉ (PELÍCULA ( DONDE SE CANTA COPLAS MUY CONOCIDAS COMO ,EN ESTE CASO , "EL RELICARIO " La negativa de Carmen Sevilla a ser la figura principal de la película , supuso el retiro de parte de la financiación y su artífice Juan de Orduña le pidió el favor a Sara Montiel que se encontraba de vacaciones en España antes de volver a Hollywood a rodar Yuma. Ella aceptó al interesarle el guion y no le importaron las grandes dificultades económicas del proyecto. Incluso ella cobró su salario en partes. Sin embargo fue la reaparición de Sara Montiel en el cine español por la puerta grande, tras una prolongada etapa en México y Estados Unidos que culminó con tres películas en Hollywood: Veracruz, Serenade (Dos pasiones y un amor) y Run of the Arrow (titulada Yuma en España). Sara rodó El último cuplé en Barcelona, y sin esperar al estreno regresó a Estados Unidos para rodar Yuma, por lo que el éxito del filme español la sorprendió en América. El último cuplé fue también importante para la actriz manchega porque la introdujo en el cine musical y dio a conocer su peculiar voz; Sara no fue doblada por una cantante profesional. Lo habitual en las canciones de películas era doblar a las estrellas con voces de coristas anónimas, y así se hizo con Audrey Hepburn en My Fair Lady y con Natalie Wood en West Side Story. Pero El último cuplé era una producción modesta que no podía pagar al contado a una cantante profesional (se rumoreaba que Concha Piquer se negó) y finalmente fue Sara quien cantó los temas. El éxito de Sara como cantante disparó la recaudación no solo en taquilla, sino en la venta de discos, y dio pie a sucesivas películas con números musicales, pensadas expresamente para ella y que en cierta manera la encasillaron para el resto de su carrera en el cine. Como era habitual en el cine musical, Sara rodó las escenas cantadas en play-back, con los temas grabados previamente. Durante los ensayos, Sara no llegaba a las notas y pidió al pianista que bajase de escala; como lo hizo varias veces, el director de la orquesta dijo: «Si seguimos bajando, nos sentamos debajo del piano». De la necesidad se hizo virtud, y la voz de Sara impuso un nuevo estilo.

MADRID