:Lucia ,Jesus MasanaAngelina: agutierrezmasero@ yahoo.es;Vincent Correcher ;vagarne

21 de junio de 2019

LA SEDA



MORERA Y FRUTO Y EL GUSANO DE SEDA





La seda es una fibra natural formada por proteínas.

Según la tradición china, la historia de la seda empieza en el siglo XXVII a. C. Prosigue durante tres milenios de exclusividad durante los que China exporta este tejido precioso sin revelar jamás el secreto de su fabricación. El arte de fabricar seda se transmitió después a otras civilizaciones gracias a mercaderes, l,  monjes o diplomáticos. Una vez llega a Europa occidental a finales de la Edad Media, la producción de seda alcanza la fase de la industrialización a partir del siglo XIX. Luego sufrirá una importante decadencia,.
Su comercio es muy anterior a la apertura oficial de las rutas de la seda por los chinos. Por ejemplo, se ha encontrado en el Valle de los Reyes una momia egipcia del 1070 a. C. que tenía objetos de seda.
Primero los griegos y más adelante los romanos empezaron a hablar de los seres (‘sedosos’) a partir del siglo IV a. C. para designar a los habitantes de un lejano reino, China. Según algunos historiadores, el primer contacto de los romanos con la seda fue el de las legiones del gobernador de SiriaLicinio Craso. En el año 53 a. C., durante la batalla de Carrhae, cerca del Éufrates, los legionarios quedaron tan sorprendidos por el brillo de los estandartes del ejército parto que se dieron a la fuga.

Las principales rutas de la seda entre 500 a. C. y el 500.
Los chinos comenzaron a interesarse por expandirse hacia el oeste a partir del siglo II a. C., lo que trajo como consecuencia la apertura de la ruta de la seda. La más importante salía de Pekín y pasaba por el norte o por el sur del desierto de Taklamakán, uno de los más áridos del mundo, antes de atravesar la cordillera del Pamir. Las caravanas que tomaban este camino para cambiar seda por otras mercancías eran por lo general importantes, e incluían entre 100 y 500 personas y camellos y yaks, cada uno de los cuales podía llevar unos 140 kilos de mercancía. Llegaban a Antioquía y las costas del Mediterráneo al cabo de un año. Por el sur, una ruta secundaria pasaba por YunanBirmania y la India antes de unirse a la del Norte​
Poco después de la conquista de Egipto en el 30 a. C., se inicia un comercio regular entre los romanos y Asia, marcado por el deseo de los romanos hacia ese tejido llegado de Extremo Oriente como era la seda que les revendían los partos. Este deseo es tan grande que el Senado Romano trata sin éxito de prohibir el uso de seda, tanto por razones económicas como morales. La importación de seda china provoca importantes flujos de oro al exterior del imperio, mientras las prendas de seda se veían como un signo de decadencia e inmoralidad.
Puedo ver vestimentas de seda, si tejidos que no cubren el cuerpo, ni siquiera la decencia de un hombre, pueden llamarse vestimentas... Miserables borras de sirvienta fabricadas de modo que la evidencia del adulterio se transparente a través de ese fino vestido que y que hacen que su marido no conozca mejor que un extraño el cuerpo de su esposa.
Durante las invasiones bárbaras, la seda llega también a los pueblos "bárbaros". A modo de ejemplo, el rey visigodo Alarico I llega hasta Roma en 408 y exige unas 4000 túnicas de seda entre el tributo de oro y plata que solicita para no arrasar la ciudad.

Desde China hacia Italia


Tejido de seda de doble cara de inspiración Sasánida (león alado y árbol de la vida) principios del período islámico en Irán (Rey).
conservado en el Museo Nacional de Irán.
A pesar de que la seda era conocida en algunas regiones de Europa y en la mayor parte de Asia, China mantiene prácticamente el monopolio de la producción. Este monopolio está defendido con una ley imperial que condena a muerte a cualquiera que trate de exportar gusanos de seda o sus huevos. Sólo una expedición japonesa consiguió alrededor de 300 a. C. llevar desde el continente algunos huevos y a cuatro jóvenes chinas para que enseñasen a las japonesas el arte de la sericicultura, cuyas técnicas se introducirán más adelante de modo más eficaz con motivo de los frecuentes intercambios diplomáticos entre los siglos VII y VIII.
Desde el siglo IV a. C. se difunde la seda hacia el Oeste gracias a los mercaderes que la intercambian por oromarfilcaballos o piedras preciosas. Hasta las fronteras del Imperio romano, la seda se convierte en un patrón monetario útil para estimar el valor de diversos productos. La Grecia helenística tenía un gran aprecio por las producciones chinas e intenta implantar moreras y gusanos de seda en la cuenca del Mediterráneo. La Persia sasánida, por su parte, controla el comercio de la seda hacia Europa y Bizancio.
Hasta 552 no recibirá el emperador bizantino Justiniano los primeros huevos de gusanos de seda, que dos monjes persas habían traído desde China, ocultos en sus bastones de bambú. Bajo su protección los huevos se convierten primero en gusano y luego en capullos. La Iglesia bizantina y el Estado crean en ese momento fábricas imperiales con el objetivo de desarrollar una industria de la seda en el Imperio romano de Oriente, siguiendo las técnicas sasánidas. Estos "gineceos" disfrutan de un monopolio de derecho sobre los tejidos, pero el Imperio sigue importando seda desde otras grandes ciudades del Mediterráneo. La importancia de las técnicas bizantinas no es tanto por los procedimientos empleados como en la perfección de la ejecución y la decoración. Las técnicas de tejido se tomaron de Egipto. El oficio de semple puede aparecer en este momento, de modo aún esquemático, en el siglo V.
Los chinos pierden su monopolio en los tejidos menos evolucionados, pero conservan un significativo avance en la confección de tejidos de gran calidad que siguen fluyendo a través de Asia por las rutas de la seda.
Por esa misma época, también los persas aprenden a dominar el arte de la fabricación de la seda. Invadidos por los árabes en el siglo VII, les transmiten su secreto, que se extiende con el Islam por África y por otras orillas del Mediterráneo, como España o Sicilia, aunque en estas zonas no se desarrolla una industria importante.
Mucho más tarde, y como consecuencia de las Cruzadas, la técnica de producción empieza a extenderse a través de Europa occidental. En 1147, mientras el emperador Manuel I Comneno se ve acaparado por la Segunda Cruzada, el rey normando Roger II de Sicilia ataca Corinto y Tebas, dos importantes centros bizantinos de producción de la seda, los saquea y deporta a sus obreros a Palermo, con lo que florecerá una industria normanda de la seda. La toma de Constantinopla por los Cruzados en 1204 implica la decadencia de la ciudad imperial y de sus manufacturas​ y a partir del siglo XIIIItalia desarrolla una producción doméstica tras haber traído unos 2.000 tejedores cualificados desde Constantinopla, a la vez que algunos de estos artesanos se instalan en Aviñón para abastecer a los papas.
El repentino desarrollo de la industria de la seda en Lucca, a partir de los siglos XI y XII, se debe a la instalación en la ciudad de tejedores y tintadores judíos y griegos de Sicilia o de las ciudades próximas del sur de Italia.​ La importación de modelos chinos decayó con fuerza con la pérdida de las oficinas comerciales italianas en Oriente, pero se organizó una industria textil para satisfacer la necesidad de productos de lujo de la nueva y emergente clase social, la burguesía. Al sobrepasar con su impulso la demanda del mercado interior, las ciudades de LuccaGénovaVenecia y Florencia se convierten pronto en exportadoras a toda Europa. En 1472, existen en Florencia 84 talleres de tejido de seda y al menos 7.000 telares.

Influencias recíprocas

La misma técnica textil con la que se fabricaba la seda que consiguió dar fama a la técnica textil china se utilizaba en toda la región euroasiática utilizando diversos lepidópteros, salvajes o criados. Sin duda los chinos fueron los primeros en confeccionar tejidos de seda en la medida en que contaban con el mejor insecto productor, el Bombyx mori.
La literatura china cita una máquina para devanar seda en el año 1090. Se ponían los capullos en un baño de agua caliente; la seda salía en pequeños anillos de guía y se disponía sobre una gran bobina, de modo regular, gracias a un movimiento de vaivén.
No existe demasiada información acerca de las técnicas de hilado en China. La rueca, probablemente movida a mano, se debió conocer a principios de la era cristiana. La primera representación conocida es de 1210. Además, existe una imagen de una máquina de hilar seda movida por una rueda hidráulica de 1313.
El siglo XIII agrega a una técnica en constante evolución importantes variaciones, tan considerables que es lícito preguntarse si, al igual que en la Inglaterra del siglo XVIII, no fue la industria textil la que desempeñó el papel de motor en el progreso técnico. En ese contexto, la industria de la seda ocupa un lugar privilegiado.
Existe ya a principios del siglo XIII una forma primitiva de torcer el hilo de seda. En 1221, el diccionario de Jean de Garlande, en 1226, el Libro de oficios de Étienne Boileau enuman varios tipos de instrumentos que deben ser máquinas para retorcer. Es probable que en Bolonia se pase a usar instrumentos más perfeccionados (entre 1270 y 1280). Desde principios del siglo XIV en Lucca, numerosos documentos aluden a complejos aparatos en uso.
La devanadera, derivada de la industria de la seda, aparece en múltiples formas. La rueda para canear se extiende: aparece su primera representación en una vidriera de Chartres. La urdidora dentada sustituye a la urdidora de pared, a la vez que la rueda para bobinar de la que hay representaciones en las vidrieras de Chartres y en el fresco de la Kunkelhaus de Colonia (hacia 1300). Es posible que esta urdidora dentada también provenga de la industria de la seda: uniformizaba la urdimbre y aumentaba la longitud urdida.
Desde finales del siglo XIV, sin duda a causa de la gran crisis de mediados de ese siglo, la industria se orientó hacia técnicas más baratas, utilizando técnicas y máquinas prohibidas en general por las anteriores reglamentaciones (uso de la lana de calidad inferior, ensimajecardado, rueda, telares con varios pies...). En el campo de la seda asistimos a la expansión de los hilados hidráulicos y del telar llamado de Jean le Calabrais, que se produce especialmente en el siglo XV.

La producción francesa

Sin embargo, los tejidos italianos resultaban costosos, tanto por el precio de la materia prima como por los costes de fabricación. Los artesanos italianos no consiguen adaptarse a las nuevas exigencias de la moda francesa, que solicita tejidos más ligeros y más baratos,esencialmente para el vestido, de modo que la producción irá pasando poco a poco a manos de sus vecinos. Sin embargo, las sederías italianas seguirán estando durante mucho tiempo entre las más valoradas, sobre todo por la decoración y el tintado.
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Animada por la actividad de las ricas ciudades-estado italianas (VeneciaFlorenciaLucca) que pasaron a ser el centro del comercio de los tejidos preciosos a través de Europa, la ciudad de Lyon obtiene un estatus similar a escala francesa. En 1466, el rey Luis XI de Francia decide desarrollar una producción nacional en Lyon, pero ante las protestas de los lioneses, traslada finalmente la fabricación a Tours. Ésta tendrá un caracter marginal. El objetivo en aquel momento era reducir un comercio con Italia que ocasionaba anualmente la salida de entre 400.000 y 500.000 escudos de oro.​ Sólo en tiempos de Francisco I, hacia 1535, se concede una licencia a dos comerciantes, Étienne Turquet y Barthélemy Naris, para desarrollar la sedería en Lyon. En 1540, el rey concede el monopolio de la producción de seda a la ciudad de Lyon. Desde el siglo XVI, la ciudad se convierte en la capital europea de la seda. Una vez se va consolidando la producción lionesa, poco a poco irá dejando los orígenes orientales para desarrollar un estilo propio y colorista en el que destaca el uso del paisaje. Miles de obreros, los "Canutos", trabajan en esta floreciente industria. A mediados del siglo XVII, se utilizan en la ciudad más de 14.000 telares, que alimentan además a un tercio de la población.​
La sericicultura tuvo un gran auge en Provenza en los siglos XVIII y XIX, que duró hasta la Primera Guerra Mundial. El trabajo a domicilio, las tareas de hilado y el tratamiento de la seda dieron empleo a mucha gente y proporcionaron unos ingresos complementarios a los campesinos.

La seda en España

Hubo una importante producción de seda en la zona mediterránea española (Valencia y Murcia) a partir del siglo XV.​ Continuó siendo una industria importante durante la Edad Moderna, con un auge en el siglo XVIII, y en la Contemporánea, modernizándose el proceso de producción a mediados del siglo XIX, intruduciéndose sederos franceses (Boix Jacquet en Gandía, 1865, luego comprado por Lombard). La crisis de muchos sectores industriales que no pudieron competir con el mercado internacional produjo su decadencia a partir del último cuarto del siglo XX.

Los inicios de la Revolución industrial


Los inicios de la Revolución industrial están marcados por el florecimiento de la industria textil, que experimentó un notable progreso, en especial la industria algodonera en Gran Bretaña. En esa época, existen a menudo distorsiones entre los distintos estadios de la fabricación y que llevaron a innovaciones complementarias. Por ejemplo el hilado avanzó más rápidamente que el tejido.
La industria de la seda no aprovecha las grandes innovaciones en el terreno del hilado, puesto que la seda es por sí misma un hilo. La fabricación de brocados de seda, de oro y plata es una operación larga y delicada, cada color del motivo debe introducirse en su propia lanzadera. En los siglos XVII y XVII, se suceden los intentos de simplificación y de racionalización de la fabricación. Para la seda aparece la máquina de tarjetas perforadas de Bouchon y Falcon que fue perfeccionada por Jacques de Vaucanson en 1775. Más tarde Joseph-Marie Jacquard llevó a cabo la síntesis entre los telares de Falcon y Vaucanson: introdujo el desarrollo mecánico de la serie de rectángulos de cartón que había ideado, casi un siglo antes Falcon.​ Así a partir de 1801 el trabajo de tejido de las telas bordadas se mecaniza. El mecanismo de su máquina llega incluso a automatizar la realización de los dibujos gracias a tarjetas perforadas.
El invento sufre casi inmediatamente la denuncia de los trabajadores que le achacan que provoque paro, pero acaba imponiéndose a partir de 1806. En 1834, se cuentan 2.885 telares de ese tipo en la ciudad de Lyon.​ En 1831, la revuelta de los Canutos anticipa los grandes movimientos obreros de la Revolución industrial. Los Canutos ocupan rápidamente la ciudad que sólo pudo ser recuperada tras una sangrienta represión por parte del Ejército, dirigido por el mariscal Soult. Una segunda revuelta acabó con idéntico fracaso en 1834.

El declive de la seda europea[editar]

En 1845, aparecen las primeras enfermedades del gusano de seda. Entre ellas, hay que mencionar la pebrina​ (a causa de las manchitas negras parecidas a la pimienta de que se cubrían los gusanos enfermos), causada por la microsporidia Nosema bombycis, la grasería causada por un virus, la flageria causada por diversos virus y bacterias y también la moscardina debida a un hongo. La epidemia se extiende y tras afectar a los gusanos, otros virus afectan a las moreras. Se confía al químico Jean-Baptiste Dumas, Ministro de Agricultura, la tarea de solucionar la epidemia. Ante los llamamientos de auxilio de los sericicultores, confía a Louis Pasteur la tarea de estudiar la epidemia a partir de 1865, y este último dispone diversos métodos de prevención de las enfermedades que permiten enfrentarse a la crisis. Al ser la enfermedad hereditaria y contagiosa, ordena el aislamiento de las hembras enfermas y de los huevos infectados.
Sin embargo, el elevado precio de los capullos y la mengua en la importancia de la seda en la vestimenta burguesa del siglo XIX acarrean el declive de la industria de la seda en Europa. La apertura del Canal de Suez en 1869 y la escasez de la producción de seda en Francia, reducen en Europa el precio de las importaciones de la seda procedente de Asia, en especial de China y Japón que inicia su industrialización.
A partir de la Gran Depresión de 1873 la producción lionesa se industrializa del todo y los telares manuales tienden a desaparecer. Finalmente, en el siglo XIX los determinantes progresos de la industria textil llegarán de la mano de la química, en especial en lo relativo al tintado: síntesis de la anilina para elaborar fucsina, de la quinina para el índigo. En 1884, el conde Hilaire de Chardonnet inventa la seda artificial y construye en 1891 una fábrica dedicada a la producción de seda artificial, más barata, que sustituye en parte a la seda natural.

La seda en nuestros días[editar]

Tras la crisis en Europa, la modernización de la sericicultura en el Japón convierte a este país en el principal productor mundial. Italia consigue reponerse a la crisis, pero no sucede lo mismo con Francia. Los países de Asia, en otros tiempos exportadores de materia prima (capullos y seda gregia) pasan a ser progresivamente elaboradores de productos terminados.

Fábrica de seda en Khotan, China en nuestros días.
Tras la Segunda Guerra Mundial, fibras químicas como el nylon redujeron aún más el uso de la seda en el mundo, aunque siga teniendo un gran aprecio como producto de lujo en la confección de ropa. Con la reciente apertura económica, China se ha convertido en el principal productor mundial. En 1996, producía 58.000 toneladas (sobre una producción mundial total de 81.000), seguida de India (12.384 toneladass). La producción japonesa ha pasado a tener una importancia marginal (2.579 toneladas). Entre 1995 y 1997, la producción china se redujo en un 40% con el objeto de que los precios volvieran a subir, lo que hace planear la amenaza de la escasez.28
La demanda mundial de seda durante los años 1990 sigue siendo escasa si exceptuamos algunos mercados como la India y el Reino Unido. La imagen del producto se ha resentido por los tejidos de seda de gama baja difundidos a través del mundo, antes de que mejore progresivamente. Sin embargo, la economía de la seda sigue siendo ampliamente dependiente de algunos grandes países consumidores, como India y Japón.





                                             EN ESPAÑA ( VALENCIA )

                                                             
                                                         https://youtu.be/R_YzZQQYs-M




https://youtu.be/GGKym9V55eU









                                                  https://youtu.be/jn4AnCLvZ8g
                                                 


                                                                         



                                                       

Caminante no hay Camino Juan Manuel Serrat